Ni tus peores enemigos pueden hacerte tanto daño como tus propios
pensamientos.
En crisis suelen venir estas conductas que finalmente van siendo hábitos
que te van destruyendo a lo largo de una vida.
Las personas que suelen tener baja autoestima suelen también tener miedo
al éxito sienten que no son merecedores. Conductas o amistades
destructivas ocasionan pérdidas la familia, la salud. La única
persona que puede salvarte eres tú mismo al decidir no tomar una conducta
de riesgo una conducta destructiva, optando siempre por decidir lo correcto en
el momento crucial, elegir de la vida lo mejor, perdonar los errores propios y
de los demás nos libera para vivir a plenitud y saludable de mente, cuerpo,
espíritu, tiene un efecto positivo en la salud como en la calidad de vida
general, perdonar quizás no sea olvidar, ni dar la razón a quien nos lastima,
simplemente dejar de dar importancia a lo que sucedió, adicional si no pide
ayuda la persona y la quieren ayudar es peor.
Tus propios pensamientos pueden ser autodestructivos.
Cuando quedas atrapado en la destrucción debes abrir una puerta a la creación.